Joder, que bien se estaba esta mañana en la cama, puto despertador…. Nada, cafelito, duchita, cuatro o cinco cigarritos para desayunar (madre mía, que ruina con el tabaco) y al tema, que triste rutina de no ser por vosotras, ese ejercito de mujeres bellas repartido por la ciudad y que surge inesperada, repentinamente, en cualquier lugar, que cantidad de sensaciones podeis provocar en un instante fugaz...
A todas vosotras, gracias.
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